Dejan fuera a albergues de congregaciones religiosas para apoyos económicos

Las necesidades son cada día más presentes en los distintos albergues que atienden diariamente las necesidades de los migrantes de origen haitiano y africano que se han instalado a lo largo de la ciudad de Tijuana como manera de apoyo para esta comunidad desprotegida que llegó en grandes cantidades en los últimos meses.

Muchas comunidades religiosas fueron las primeras en levantar la manos para ofrecer espacios para albergar a los cientos de migrantes que no contaban con recursos para rentar algún hotel o cuarteria de la ciudad.

Distintas congregaciones han mantenido hasta la fecha el compromiso de ofrecer ayuda, siendo la comunidad la encargada de proporcionar la mayoría de las donaciones para que estos espacios continúen operando.

Muchos de estos espacios no estaban acondicionados para recibir a personas para pernoctar y vivir en las instalaciones, pero aún así las iglesias recibieron a quien les solicitara la ayuda.

Cuando intentaron recibir apoyo económico por parte de la convocatoria que lanzara la Secretaría de Desarrollo Social en Baja California hace unas semanas, muchos de ellos se enfrentaron a un complejo trámite burocrático con limitadas oportunidades para concretar algún apoyo.

Y así sucedió. Muchas de estas congregaciones religiosas quedaron fuera de los apoyos por no considerarse una Asociación Civil en cuyos objetivos destacara la leyenda de “atención al migrante”.

Esto tomó por sorpresa a las congregaciones religiosas que enfrentan día tras día los retos de dar manutención a los migrantes que albergan en sus congregaciones.

Lo anterior lo manifestaron representantes de los distintos albergues en una mesa de diálogo convocada por el Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria Tijuana, donde estuvo presente Wilner Metelus, académico y activista haitiano-mexicano, Presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos.

Se destacó que mantener en pie a estos espacios ha sido una tarea complicada ya que en la mayoría estas congregaciones religiosas reciben apoyo solo de la ciudadania y poco de las autoridades.

No solo proporcionar alimento y techo a los migrantes ha sido la misión de estos espacios, sino también pagar los servicios como agua y luz ha sido una tarea maratónica.

En algunos espacios como en el albergue de la colonia “El Alacrán”, se perciben recibos de luz por más de diez mil pesos, más gastos para conseguir hasta dos pipas de agua diarias con valor de 350 pesos cada una para las necesidades del baño e higiene personal.

Aunque muchas de estas congregaciones ya se encuentran en proceso para certificarse como Asociaciones Civiles, consideran que para que el apoyo llegue pasarán meses, mientras que las necesidades son cada día.

Hasta la fecha el Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria de Tijuana tiene contabilizados 1800 migrantes en los distintos albergues de la ciudad, mientras que otros 400 están en cuarterias y hoteles.

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