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Mexicanos al lomo de La Bestia

Mexicanos al lomo de La Bestia

Publicado el 24 de septiembre de 2014
por Abel Astorga Morales en La Opinión

Efectivamente, el tren La Bestia, desde la frontera sur de México, ha transportado las ilusiones y esperanzas de miles de centroamericanos; pero otras veces ha trasformado los señuelos en pesadillas y -literalmente- los ha enterrado en fosas comunes. Todo lo anterior, bastante tiene de cierto, pero falta agregar un rubro muy importante. En el lomo de La Bestia no sólo viajan las esperanzas de los centroamericanos, sino también las de cientos de mexicanos.

El corredor migratorio México-Estados Unidos es uno de los más transitados del mundo. Mediante diversos mecanismos de trasporte, durante décadas los mexicanos han engrosado las estadísticas. Actualmente México asiste a un contexto dominado por la violencia, los índices elevados de desempleo, y en definitiva a la paulatina pauperización de la población. Tal contexto ha generado el incremento del éxodo de connacionales, y en consecuencia, la búsqueda de alternativas para emprender el viaje, como La Bestia.

Así, hoy en día es muy común advertir que en este ferrocarril que conecta la frontera sur con la del norte, cientos de mexicanos viajan al igual que los centroamericanos: en tren para disminuir los costos -aunque incrementando los riesgos-. Huyendo de la violencia, del desempleo, la marginación, la desigualdad social; y buscando tener un mejor futuro, incrementar sus ingresos, y poder mandar dinero a sus familiares.

En el año 2013 la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes, conformada por más de una decena de casas del migrante y organizaciones de ayuda, informó que en el primer semestre de ese año (enero-junio), los mexicanos ocuparon el cuarto lugar entre los migrantes que llegaron a los albergues de la Red, con 857 personas, sólo por detrás de los transmigrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños. En este tenor, es de destacar que no sólo los centroamericanos que abordan La Bestia han sido objeto de violaciones a sus derechos humanos. Los mexicanos migrantes también han vivido en carne propia la pesadilla de ser asaltado, golpeado, y simplemente, ser timado de la tranquilidad. Tan sólo el 17 de abril de 2014, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó del asalto que decenas de personas sufrieron cuando viajaban en La Bestia por Oaxaca (en el tramo Arriaga, Chiapas-Ixtepec, Oaxaca). Durante el incidente, cuatro personas fallecieron, tres de ellas eran mexicanas, y una hondureña. El INM detalló también, que durante el mismo acto resultaron lesionados una mujer y dos hombres mexicanos, quienes fueron internados en un hospital de Juchitán, Oaxaca.

Un caso que ejemplifica el viaje de mexicanos en La Bestia, lo representa Daniel Toral, veracruzano de 33 años a quien pudimos entrevistar en FM4 Paso Libre, casa del migrante en Guadalajara, Jalisco (parte de la Red mencionada). Se trata de un migrante que ha viajado en varias ocasiones en el también conocido “Bestia de Hierro”, “El Tren de la Muerte”, o “Tren Asesino”. En el año 2011 Daniel logró cruzar a Estados Unidos por Altar, Sonora. Ya en el desierto de Arizona, fue detenido por la Patrulla Fronteriza, y deportado a México. Lo destacable de este caso no es tanto que se trate de un migrante que eligió la ruta de La Bestia para su éxodo, o que sea un migrante reincidente; su caso cobra relevancia por las dificultades físicas que tiene para su traslado. En el 2013 Daniel perdió una pierna por un accidente automovilístico, no obstante, el esfuerzo -físico y moral- que ahora realiza está amparado en el señuelo que tienen la mayoría de los migrantes: mejorar sus condiciones de vida. Cabe aclarar que en esta ocasión, el migrante llegó a FM4 luego de permanecer por más de dos semanas en Tijuana, y no haber conseguido cruzar a Estados Unidos. Su idea en un futuro: primero conseguir una prótesis en Guadalajara, y después regresar a su natal Minatitlán, y meditar si -en su situación física- es conveniente volver a emigrar.

La Bestia seguirá dando de que hablar durante los siguientes años, pues la trasmigración de centroamericanos y mexicanos lejos de detenerse, en pleno 2014, va en aumento. Y es que una problemática tan profunda como esta no se solucionará con medidas de restricción a la migración en tránsito como las que ha empezado a implementar el gobierno mexicano (aludiendo a que es necesario protegerlos). Recuperar las rutas de los migrantes para el Estado, así como aumentar la velocidad del “tren de la muerte” para conseguir que menos de ellos suban en él, no detendrá a los migrantes y tampoco disminuirá el problema. La política migratoria del gobierno mexicano más bien debería enfocarse en disminuir el impacto del crimen organizado, en crear estructuras que incluyan y empleen a los mexicanos en México, y en procurar justicia y hacer respetar los derechos humanos -tanto de centroamericanos como de mexicanos- que en el lomo de La Bestia intentan llegar hasta Estados Unidos.

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País

México

Temática general
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