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La CIDH presencia la precaria situación de migrantes y repatriados en Honduras

La CIDH presencia la precaria situación de migrantes y repatriados en Honduras

Publicado el 10 de diciembre de 2014
por Jaime Septién en Aleteia.Org

Una de las partes más importantes de la reciente visita a Honduras de  la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) –para elaborar un informe sobre la situación general de derechos humanos en este país centroamericano—fue, sin duda, la gravísima situación que enfrentan los migrantes hondureños en su camino a Estados Unidos y la difícil situación de los repatriados.

Cabe resaltar que la CIDH es el órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

Durante su visita a Honduras, en la que constató el estado actual de los derechos humanos de mujeres, niños, periodistas y comunicadores, migrantes, repatriados, etcétera, la Comisión sostuvo reuniones con autoridades estatales de los tres poderes del Estado, organizaciones de la sociedad civil y otras personas que se acercaron a presentar información sobre la situación de derechos humanos en el país. 

En el recorrido de los miembros de la CIDH no hubo ninguna restricción ni coacción de autoridades o grupos delincuenciales.  Realizó visitas a diversas regiones, incluyendo Tegucigalpa, La Ceiba, Tocoa, El Progreso, San Pedro Sula, el Bajo Aguán, Comayagua, y recorrió centros de atención a migrantes y a niños migrantes, pueblos garífuna y comunidades campesinas.

El nombre de la situación es violencia

La CIDH recibió mucha información sobre las diversas formas de violencia a las que están expuestos los migrantes en su búsqueda de mejores oportunidades de empleo en Estados Unidos, principalmente. El Comité de Familiares Migrantes Desaparecidos del Progreso informó a la CIDH que durante los últimos años, 400 migrantes han desaparecido en su ruta hacia Estados Unidos sin que el Estado haya adoptado hasta la fecha mecanismos de búsqueda de estas personas con vida o bien, un equipo técnico para el hallazgo e identificación de restos, donde quiera que pudiesen encontrarse.

“Dado que los factores de expulsión y atracción que están detrás de estos flujos migratorios mixtos en la región son complejos”, la Comisión hizo notar la importancia de que Honduras “establezca estrategias en coordinación con los países de la región (…) políticas migratorias conjuntas con enfoque de derechos humanos que aborden estos factores de manera integral, y adopten medidas efectivas para prevenir las causas que generan la migración forzada”.

Esta situación es particularmente preocupante en relación con los niños, niñas y adolescentes migrantes hondureños, quienes viajan no acompañados principalmente por motivos de reunificación familiar. La CIDH ha recibido información consistente según la cual de octubre del 2013 a septiembre del 2014, más de 18 mil niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, provenientes de Honduras, fueron detenidos en los Estados Unidos.

Este número es mayor del registrado de 2009 a 2013, y que consistió en 12.703 detenciones. En junio de 2014, más de 13 mil niños y niñas hondureños se encontraban en los centros de detención de Estados Unidos. Frente a esta problemática, el Estado destacó que, en julio del presente año, había declarado una “emergencia humanitaria, priorizando la cooperación nacional e internacional a fin de articular una respuesta adecuada”.

Ha sido la recién creada Dirección de la Niñez, la Adolescencia y la Familia (DINAF) la que ha dado acompañamiento y protección de los niños y niñas y familias en el proceso de repatriación y reinserción.  “No obstante ello, dice el informe preliminar de la CIDH, la Comisión ha sido informada sobre la preocupante debilidad de la respuesta del Estado en la priorización de niñez en sus políticas públicas y en la  prevención de las causas como factor de expulsión”.  

Ante esta situación, la Comisión insta al Estado hondureño “a adoptar las medidas necesarias para garantizar la plena reintegración familiar y comunitaria de la niñez migrante retornada, así como a diseñar estrategias que ataquen los factores de riesgo estructurales”.   

Migrantes retornados: una encrucijada

En relación con los migrantes hondureños retornados, la Comisión observa que “una vez que éstos han sido deportados de regreso al país, se enfrentan a una falta de servicios que impide que sean reintegrados a la sociedad”. En particular, estas personas repatriadas desde México o desde Estados Unidos “suelen trabajar en precarias condiciones laborales, y en muchos casos no existen programas gubernamentales que brinden asistencia para su reincorporación a la comunidad”.?

Durante su visita, la Comisión recibió información sobre esta problemática a nivel local. En San Pedro Sula, la CIDH visitó el Centro de Atención al Migrante, en donde llegan familias que intentan emigrar y son deportadas. Las autoridades indicaron una serie de iniciativas que tienen como fin facilitar la reincorporación de los niños, niñas y adolescentes en la escuela, por ejemplo, y hacer disponible algunos apoyos en términos de necesidades básicas con el objetivo de abordar algunos de los factores que han incidido en la migración. Así como también, para evitar que las familias asuman los riesgos de que su reinserción se dé en condiciones precarias. Igualmente, los desafíos son profundos y estructurales y requieren medidas igualmente estructurales y amplias.

La CIDH recabó testimonios de distintas personas deportadas de Estados Unidos que llegan como primer punto de entrada al país al Centro de Atención del Migrante Deportado en San Pedro Sula. Ahí reciben partida de nacimiento en caso de requerirla, son registrados y se les proporciona una ayuda para el transporte. Uno de los migrantes deportados, tras vivir varios años en Estados Unidos, indicó “ahora yo ya me quedo por acá y mis hijos y mi pareja por allá”.

La mayoría de migrantes deportados entrevistados, en su mayoría hombres jóvenes,  indicaron que “volverían a intentar salir de un país que no les brinda una mínima posibilidad de tener una vida digna”. Uno de los migrantes deportados indicó: “me quedo a pasar Navidad y me regreso”. Durante su visita, la CIDH constató el compromiso de las y los funcionarios del centro con las 114 personas deportadas que llegaron ese día.

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