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Sin justicia, sin paz. Obama: ¡cumple tu palabra!

Publicado el 22 de enero de 2013
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Ayer, 21 de enero de 2013, no fue un día cualquiera, a veces ocurre «algo» que trastoca las vidas aunque a la luz del día pareciera que no sucede nada. Como en la Ciudad de México, donde decenas de personas se concentraron frente a la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica justo el día en que el presidente Barack Obama tomara protesta como mandatario por segunda ocasión.

En su discurso de inauguración, el presidente Barack Obama prometió un país en democracia. Aunque si no hay justicia en un país que se denomina democrático tampoco se puede vivir con paz; así señalaba un cartel que portaba uno de los familiares que asistieron a la protesta y que vinieron desde Maravatío de Ocampo, Michoacán en uno de los dos autobuses en los que llegaron madres, padres, hermanas e hijos de personas que actualmente viven en los Estados Unidos de Norteamérica.??

Dos de las madres que asistieron, la señora María Jesús Bautista Sánchez –de 66 años, la cuál tiene 4 hijos y dos hijas en los Estados Unidos–, y la señora Eusebia Bautista García –que tiene dos hijas y dos hijos “allá”–, comparten que ellos no se encuentran detenidos ni con amenaza de ser deportados pero es un temor latente, son ellos quienes apoyan a la economía familiar y, por lo tanto, esta se vería en grave riesgo de sucederles algo.

El acto no fue algo aislado. En el país vecino también se realizaron manifestaciones de manera paralela para exigir a Barack Obama que cese las persecución a inmigrantes. Aunque Obama realizó compromisos al respecto; organizaciones de apoyo a migrantes han denunciado que las deportaciones,  detenciones ilegales y redadas en fábricas, lejos de disminuirse, aumentaron, durante su primer mandato. Gustavo Ortega Bravo, secretario de asuntos políticos de la Alianza de Tranvieros de México, señala:

“El día de hoy toma posesión un presidente de origen migrante, el presidente Barack Obama, él en su primer período, uno de los primeros compromisos que asumió y que quedó a deberles a los latinos y a la gente de otras nacionalidades fue el asunto de una reforma migratoria que pudiera garantizar el derecho de los trabajadores. Después de que él hablaba mucho de migración, en sus 4 años, en su primer mandato, en su gobierno fue quién más deportaciones hizo: se habla de 1.5 millones de desplazados, de trabajadores tanto latinos como mexicanos”.

Por eso, el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) convoco a realizar un mitín frente a la embajada estadounidense. A este llamado acudieron colectivos y organizaciones de apoyo y defensa de los migrantes. Su denuncia central es el incremento de la violencia en contra de este colectivo; también acusan al gobierno de México de secundar al gobierno norteamericano y permitir la reconformación de grupos criminales que agreden y hacen de quiénes transitan por México rumbo a los Estados Unidos un botín millonario. Se les ve como ganancias y no como personas con sueños y deseos.

Señalan que hay más de 11 millones de inmigrantes indocumentados expuestos a procesos legislativos lentos y tortuosos; y se debería reconocer sus aportes no sólo económicos, sino también fiscales. Además de que el voto latino fue el que dio el triunfo a Obama tras un empate técnico. Sin embargo, en su primera etapa como presidente se han expedido las leyes antiinmigrantes en los estados de Arizona, Alabama y Georgia –entre otros–, en las que se criminaliza al migrante por ser extranjero y verse diferente. [1]

El gobierno mexicano refuerza la seguridad nacional de los Estados Unidos con las políticas migratorias que vulneran y condenan a quiénes provienen de países centroamericanos, principalmente. Violan sus derechos humanos y los exponen a grandes agravios durante la ruta migratoria que en los últimos años ha mostrado ser un escenario de verdadero horror, donde se atenta contra la vida y la dignidad. Quizá lo más alarmante es que quienes lo protagonizan son empleados de instituciones de “protección” al migrante; así como policías, grupos criminales y pandillas. De el último llamado urgente que hace el MMM sobresale la alerta de que dichas bandas están “cobrando cuota”, para que la gente tenga derecho a subirse al tren (entre 100 y 300 dólares). Se amenaza a quienes no la cubren de que se les arrojará del tren en movimiento.

Las exigencias y demandas concretas son[2]:

A LOS ESTADOS UNIDOS

  • Que pare la exportación de armas y el intervencionismo militar a México, que cobra millares de victimas de nacionales y migrantes en tránsito.
  • Que emita una orden ejecutiva que otorgue una moratoria a las deportaciones y la separación de familias en tanto no se emita una reformada ley de migración.
  • Que se legisle la promesa incumplida y retrasada de una Reforma Migratoria, enfocada a regularizar la residencia e incluir a los más de 11 millones de migrantes y sus familiares.
  • Demandamos de Barack Obama que en este nuevo periodo presidencial entable una relación que no se defina por el tema exclusivo de la seguridad de sus fronteras y se base en la cooperación para el desarrollo con el debido respeto a nuestra nación soberana.

A MEXICO

  • Que no asuma la política estadunidense de sustentar su política migratoria en la Seguridad Nacional y en cambio la sustente en la seguridad humana y en el respeto a los derechos de las personas.
  • Que se limpie la ruta migrante del control que ejerce el crimen organizado y sus cómplices gubernamentales quienes, con armas traídas del extranjero, masacran a propios y extraños durante su tránsito hacia a la frontera norte.
  • Que México suprima las visas para los centroamericanos, tal como han suprimido las de países como Colombia, Venezuela, Chile y de esa manera, predicando con el ejemplo, se puedan negociar un mejor trato y oportunidades de vida para nuestra diáspora en los Estados Unidos.
  • Si algo queda claro es que las leyes en ambos países atentan contra los derechos humanos universales e inalienables. La garantía de estos debe de estar por encima de cualquiera otra ley y ninguna persona puede ser juzgada por el hecho de buscar alternativas, cuando en su país de origen no se crean planes ni proyectos que eviten un desplazamiento forzoso. La gente en situación de exclusión social tiene derecho a buscar salidas para sobrevivir y las personas que migran no son delincuentes sino trabajadores, ejemplo de resistencia y de dignidad.

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Clasificación
Sin dato

País

México

Temática general
[Derechos Humanos][Derechos Humanos][Derechos Humanos]

Temática específica
[132][134][133]



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