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Madres buscan sus hijos migrantes en el “corredor de la muerte”

Publicado el 28 de mayo de 2012
por La Tribuna en La Tribuna, Honduras, Mayo 28, 2012

TEGUCIGALPA.- El paradero de más de 600 hondureños en tierras mexicanas y estadounidenses es incierto. Sus familiares no saben nada de ellos, si lograron cruzar la frontera y alcanzaron el tan ansiado “sueño americano” o si, por el contrario, se encuentran muertos.

El dolor hizo que 28 madres buscaran a sus hijos hasta en el viejo rancho de San Fernando, Tamaulipas, donde los Zetas mataron a 72 inmigrantes.

Algunos emigrantes catrachos tienen de dos hasta diez años de estar desaparecidos, otros no se han comunicado con sus parientes desde que salieron de sus casas en el territorio nacional. Las autoridades de la Cancillería de la República y organizaciones religiosas que ayudan a los inmigrantes los han documentado como desaparecidos.

Las madres no saben si sus vástagos están sepultados en algunas de las fosas clandestinas encontradas a lo largo del territorio mexicano o estadounidense. Tampoco conocen si están encarcelados o refugiados en algún centro de atención, porque se encuentran mutilados, o si sencillamente se olvidaron de la familia.

Tal es el caso de Francisca Rodríguez, de 67 años de edad, que reside en la colonia Villa Unión de Comayagüela. Desde hace 13 años, esta triste mujer espera el regreso o una llamada telefónica de su hijo Santos Domingo Quiroz Rodríguez. El joven salió del país en busca del “sueño americano” cuando apenas tenía 21 años.

En San Fernando solo encontraron vestigios de la ropa que usaban los 72 inmigrantes asesinados.

Santos, siendo un mecánico automotriz, tomó la ruta del “mojado”, yendo por Guatemala y México, entusiasmado con la esperanza de encontrar un trabajo en los Estados Unidos que le ayudara a mejorar sus condiciones de vida.

Al otro lado de la frontera de México lo esperaba su hermano, Juan Carlos Rodríguez, pero este fue deportado y Santos, al parecer, quedó varado en la frontera y no se volvió a saber nada de él.

“A mí me dijo una amiga que había viajado mojada a los Estados Unidos, que lo había visto en un refugio en México y que este le había dicho que iba a regresar al país, pero no lo hizo”, comentó doña Francisca, con un gesto de dolor.

“Luego, hace cinco años, un camionero me dijo que lo había visto en Puebla en un parque, en estado de ebriedad”, relató la madre, entre sollozos, con los ojos humedecidos por las lágrimas.

El rancho luce desolado, porque de acuerdo a las madres catrachas, se encuentra en medio de un desierto.

El mecánico dejó dos hijos; ahora ellos son adolescentes y a cada instante preguntan por su padre. Pero doña Francisca no desmaya en sus intenciones de volver a ver a su vástago, aunque sea muerto.

Ella, con un grupo de madres de hijos desaparecidos, se está organizando en la capital para viajar a finales de este año a la frontera entre México y Estados Unidos.

Las autoridades han encontrado más fosas donde fueron sepultados inmigrantes después de haber sido asesinados por las bandas de traficantes de personas. Otros han expirado en manos de los Zetas, que últimamente se han dedicado a extorsionar a los mojados y asesinarlos, después de haberse desligado del cártel del narcotráfico El Golfo.

LA BUSQUEDA

 

San Fernando, Tamaulipas, se convirtió en el corredor de la muerte en el 2010, cuando en un rancho abandonado fueron ejecutados 72 inmigrantes, entre ellos 40 hondureños.

La desesperación por encontrar con vida a sus hijos o siquiera hallar su cadáver para darle cristiana sepultura, llevó a un grupo de madres hondureñas a viajar en caravana hasta San Fernando, Tamaulipas. Ahí visitaron el lugar bautizado como: “El corredor de la muerte de los inmigrantes”, después de la matanza ocurrida entre la madrugada del día 22 y 24 de agosto de 2010.

San Fernando, Tamaulipas, se convirtió en el corredor de la muerte en el 2010, cuando en un rancho abandonado fueron ejecutados 72 inmigrantes, entre ellos 40 hondureños.  Unas 28 madres hondureñas buscaron a sus hijos perdidos en este lugar, durante el mes de noviembre del 2011.

Lamentablemente, no encontraron a sus vástagos, pero ellas se sienten en parte satisfechas, porque aún tienen la esperanza de hallarlos con vida. También les consuela saber que pudieron representar a las madres de los inmigrantes que fueron eliminados por los Zetas, en agosto del 2010.

Francisca Rodríguez viajará a México a buscar a su hijo Santos Domingo Quiroz.

Como se sabe, después del descubrimiento de los 72 cadáveres amontonados en un rancho, localizado en un ejido de San Fernando, las autoridades supieron de la presencia de más víctimas. Estos cadáveres estaban enterrados en fosas comunes en los alrededores de este municipio.

Ninguno de los restos mortales correspondía a los hijos buscados por las 28 madres catrachas, pero se informó que entre los mismos se encuentran salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos que salieron de sus países hace una década. Se han encontrado centenares de cadáveres, unos putrefactos y otros en estado esquelético.

Posteriormente a la matanza de Tamaulipas, se supo que los Zetas siguieron ultimando inmigrantes y que secuestraron dos buses con ciudadanos mexicanos, que después de ser asaltados, fueron asesinados y enterrados en los alrededores de San Fernando. Este municipio se encuentra en medio de un desierto que es parte del denominado valle escondido, fronterizo con los Estados Unidos y colindante con la costa Atlántica de México.

Las 28 madres que viajaron en noviembre de 2011 a San Fernando no encontraron ningún rastro de sus hijos. Sin embargo, pretenden retomar el camino a finales de este año, organizadas por la Cancillería de la República y un grupo religioso católico.

Ellas no han perdido la esperanza de encontrar vivos o muertos a sus hijos y quieren terminar con el martirio que ha significado para ellas el estar esperando información de sus parientes desde hace varios años

MADRES DESESPERADAS

“La bajaron de un bus y la tiraron a un río”

María Clementina Vásquez Hernández (65) es una aseadora de la Alcaldía capitalina. Su hija, María Inés Vásquez Hernández, se marchó del país cuando tenía 23 años.

María Clementina Vásquez Hernández espera ansiosamente encontrar a su hija María Inés Vásquez Hernández.

“En el 2001 ella se fue de mojada por Tapachula, México y me dejó a un niño de tres años para que se lo cuidara, ya que se había peleado con el marido”, recordó doña María.

“Me dijo que iba a trabajar, pero hasta la fecha no sé nada de ella. Pero he soñado que está viva y que se volvió a casar”, expresó con una leve sonrisa.

“Le he pedido ayuda a la Cancillería para ubicarla, pero no han podido ubicarla. Yo quiero que ella regrese, porque su niño ya es un adolescente de 14 años y la necesita”.

La barrendera agregó que “a mí me dijeron que ella se marchó a México acompañada de unas amigas, a ellas las deportaron y a mi hija en Tapachula la detuvo un hombre trigueño y uno blanco”.

“Pero otra compañera de ella me dijo que las habían bajado de un bus y que a mi hija la habían tirado a un río. Pero yo fui a la Cancillería y me dijeron que no tienen información de que esté viva ni muerta”.

María Inés Vásquez Hernández se fue del país en busca del “sueño americano”, huyéndole al marido, “porque este era mujeriego y la maltrataba”, indicó su madre.

“Tengo la esperanza de encontrarlo vivo”

Justina Jiménez Vásquez clama por la localización de su hijo Denis Mauricio Jiménez Vásquez.

“Yo no lo pude detener, porque él tenía el sueño de llegar a tierras americanas y mejorar de vida”, contó Justina Jiménez Vásquez (63), residente de la colonia Brisas del Valle en Tegucigalpa, al recordar a su hijo Denis Mauricio Jiménez Vásquez.

El muchacho tenía 23 años en el 2001, cuando salió rumbo a los Estados Unidos, siguiendo la ruta de los ‘mojados’. Con los ojos enrojecidos por el llanto, doña Justina relató que “Denis era estudiante de mecánica y había viajado dos veces a México, pero lo habían deportado y en su tercer viaje ya no supe nada más de él”.

“Pero tengo la esperanza de encontrarlo con vida, porque un vecino me informó que lo habían visto en territorio estadounidense, después de la frontera con México y que trabajaba en un taller. Lo extraño es que no ha llamado después de tanto tiempo”.

“Lo esperaban en la frontera pero no llegó”

Aracely Aguilar Larios, tiene la esperanza de encontrar a su hijo Julio César Amador Aguilar.

Con la tristeza reflejada en su rostro, Aracely Aguilar Larios (46) recordó que su hijo, Julio César Amador Aguilar, es un perito mercantil, que recién graduado salió del país en el 2003.

“El ya había viajado a Estados Unidos, pero lo agarró la migra y lo regresó; meses después se marchó de nuevo y desde entonces no me ha llamado”.

“Solo llamó 14 días después diciendo que iba por Guanajuato, México, y las personas que lo iban a pasar quedaron esperándolo en la frontera y no llegó”. “Las autoridades de la Cancillería me informaron que posiblemente se había cambiado de nombre y que se encuentra en Arizona, Estados Unidos”.

“El, antes de irse, me dijo: “Mami, yo me voy a los Estados Unidos para ayudarles, porque aunque soy perito mercantil aquí se gana muy poquito y mejor me voy de mojado a buscar el sueño americano, aunque sea a lavar platos, porque allá se gana más”, recordó Aguilar.

“Desapareció con el “coyote” en el 2008”

Priscila Cartagena muestra la fotografía de su hija desaparecida Yessenia Marlene Gaytan.

Priscila Cartagena Rodríguez vive en la colonia Villa Unión, es madre de Yessenia Marlene Gaytan, quien desapareció cuando tenía 19 años de edad.

“Ella desapareció con el “coyote” en el 2008, porque me llamó de Nuevo Laredo, México, cuando ya iba con el “coyote” por la frontera”, manifestó la acongojada madre, mirando con nostalgia una fotografía de su hija.

“Ella me dejó una niña que ahora ya tiene 7 años de edad. Yo viajé dos veces a México a buscarla, pero no he sabido nada de ella”.

“Hemos visto las condiciones en que viajan los inmigrantes y buscando el sueño americano lo que encuentran es la muerte u otros peligros”.

“Hay madres que sí han tenido respuesta buscando a sus hijos en territorio mexicano, pero otras no. Yo tengo la esperanza de encontrarla con vida”, expresó.

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País

México

Temática general
[Migrantes][Frontera Sur][Riesgos][Transmigración]

Temática específica
[67][94][107][100]



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