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En el sentido más nítido de la palabra…todos somos migrantes

Publicado el 11 de abril de 2016
por Felipe de Jesús Balderas en Vanguardia 

Cuando los pueblos emigran, los gobiernos sobran. -José Martí-

Carlos Manuel Valdés, maestro y excelente historiador local, en el prólogo al libro Saltillo documentado (2001) comenta que la llegada de los inmigrantes, no es una novedad porque Saltillo se destacó, desde su misma fundación, como un lugar que acogía a personas y grupos étnicos distintos (…) portugueses, vascos y judíos ingresaron en el siglo XVI al valle, seguidos por tlaxcaltecas poco tiempo después. El siglo XVII fue testigo del asentamiento de una buena cantidad de esclavos negros de origen bantú que poco a poco se irían mezclando genéticamente con los otros grupos sociales. Para el siglo XIX llegarían norteamericanos, irlandeses e italianos, y empezando el XX, Saltillo vería el arribo de un buen número de palestinos, chinos, franceses y de muchos otros pueblos del mundo (fin de la cita). Ahora, en nuestra ciudad es común ver gente de muchas partes del mundo. Por eso en el sentido más nítido de la palabra en cualquier parte del planeta, todos somos migrantes.

Migraciones hay desde siempre, es parte de la dinámica del ser humano. A partir de 1948 se reafirma como un derecho que deben de garantizar los estados firmantes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 13, donde a la letra dice que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cada Estado incluso del propio, y a regresar a su país.

 Las hay legales, como las de algunos prominentes empresarios, académicos o cerebros al servicio de gobiernos, trasnacionales o universidades que son aceptados sin regateos por los países a los que llegan por su libre y plena voluntad o son invitados, en algunos casos a invertir, en otros a ser objetos de desarrollo, en esos casos no pasa nada. Donde pasa, es con las migraciones ilegales o irregulares que son de las que sabemos, porque dan la nota en los medios, porque resulta socialmente incomodo verlos desfilar por nuestras calles, porque de cuando en cuando se meten en algún problema por defenderse de quienes los acechan o porque a los que tienen dos pesos les resultan delincuentes a priori o bien enrarecen el ambiente con su presencia. 

En 2015, el Informe Internacional para las Migraciones: Los migrantes y las ciudades (OIM), dejo en claro que vivimos en una era de movilidad humana sin precedentes, marcadamente urbana, en la que los migrantes, tanto internos como internacionales, se trasladan a las ciudades y a las zonas urbanas, aportan diversidad, conectan a las comunidades dentro y fuera de las fronteras y crean nuevos vínculos entre las distintas localidades. 

El caso de nuestros connacionales con relación al país preferido por ser la nación hegemónica en el mundo y particularmente por ser nuestros vecinos, los Estados Unidos, es impresionante. En este momento según datos del Centro Hispano Pew los mexicanos conforman el 64% por ciento de la población hispana y de acuerdo a datos divulgados por la Oficina del Censo Estadounidense  la población en 2015 asciende a 33.6 millones de mexicanos en el vecino país del norte. Como bien se sabe, el estado con mayor número de migrantes mexicanos es California con 12 millones, le sigue Texas con 9 millones. Más de 700 mil veteranos de guerra son de origen mexicano y un poco más de un millón y medio han concluido un grado universitario, 450 mil han conseguido un título de maestría o doctorado. 
Ahora bien, no solo es el tránsito de nuestros compatriotas en busca del sueño americano, sino de una cantidad mayúscula de hermanos centroamericanos que buscan en México, Estados Unidos o Canadá las oportunidades que sus países de origen, les ha negado hay que aclarar que en esta búsqueda, muchos se quedan en el camino. En este sentido, los estados tienen una responsabilidad muy alta para garantizar la seguridad de quienes están en tránsito y evitar expresiones de xenofobia y racismo por un lado y por el otro, de ser víctimas de grupos delincuenciales que los someten para utilizarlos como carne de cañón. 

La Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, en el artículo 8, dice que los trabajadores migratorios y sus familiares podrán salir libremente de cualquier estado. Y agrega, ese derecho no estará sometido a restricción alguna, salvo las que sean establecidas por ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral pública o los derechos y libertades ajenos y sean compatibles con otros derechos reconocidos. Debemos de ser corresponsables con este derecho. 

En nuestro país, la cultura del trabajo por los migrantes es escasa. Hay ejemplos, como el caso de Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, en el sur de nuestro país que proporciona asistencia humanitaria y orientación a los migrantes centroamericanos y sudamericanos que pasan por territorio nacional en su tránsito a los Estados Unidos o el caso de las Patronas en Veracruz que son un grupo de mujeres que desde 1995 prepara comida todos los días y la lanzan a los migrantes que viajan sobre el tren de carga La Bestia, haciendo un trabajo por demás sobresaliente.

Un caso similar en el norte del país, con sede en nuestra localidad es Pedro Pantoja quien estuvo desde temprana edad marcado por el activismo político de César Chávez. La Posada del Migrante Belén en la que tiene su centro de operaciones alberga migrantes centroamericanos, fue asesor de movimientos obreros en los años setenta. Pantoja es un ícono del trabajo por los migrantes, ha recibido más de cincuenta mil en la última década en la Posada del Migrante, su centro y el albergue son un ejemplo que debiera ser replicado se debe de replicar en muchos lugares del país.

Otro personaje importante en el escenario de la defensa de los derechos de los migrantes es Alberto Xicoténcatl, psicólogo social, director de la Casa del Migrante de Saltillo. Su trabajo consiste en ofrecer ayuda humanitaria a los migrantes a su paso por esta ciudad y les proporciona apoyo con legal. Documenta casos de violaciones a los derechos humanos y defiende el derecho al libre tránsito, al debido proceso, a tener un refugio, a una vida libre de violencia, en fin de quienes pasen por Saltillo y territorio nacional cumplan los objetivos que se han trazado.

En Monterrey hay de la misma forma que en nuestra localidad dos referencias en este rubro, la casa San Nicolás Tolentino por la que pasan al año unos mil novecientos migrantes. .  La razón por la que existe esta casa es para recibir migrantes en tránsito procedentes de Centroamérica y algunos que van de vuelta a su lugar de origen. El responsable de este albergue es Luis Eduardo Villarreal Ríos, que tiene una trayectoria larga en el servicio a las causas donde la dignidad humana se pone en entredicho. Ha sido editorialista en el periódico el Norte, maestro en la Libre de Derecho y también en la Universidad Iberoamericana 

Finalmente la Casa Guadalupana de Santa Catarina A.C. donde se atiende a migrantes y refugiados en especial de los Menores No Acompañados (MNA) que transitan por la Ciudad de Monterrey, particularmente en las inmediaciones de las vías del tren del municipio de Santa Catarina. Se busca ofrecer una atención integral que va desde el hospedaje, la alimentación, el vestido, la salud, así como asesoría jurídica, psico-afectiva y acompañamiento pastoral. Es dirigida por Luis Eduardo Zavala de Alba, un entusiasta catedrático universitario que combina su actividad de ser profesor en la prestigiada Universidad de Yale con el trabajo local por los migrantes. Ha armado un equipo multidisciplinar que comienzan a dar certeza y confiabilidad a los numerosos migrantes que buscan consolidar la posibilidad de tener un mejor nivel de vida para ellos y sus familias en el futuro inmediato.

Hay algunos otros más, pero como decía son escasos los que se meten a la cabina telefónica se ponen el traje y luchan por la justicia en el campo de la migración. Curiosamente; Pantoja, Xicoténcatl, Villarreal Ríos y Zavala de Alba, estarán presentes este próximo 14 de abril a las 10 de la mañana en el Tecnológico de Monterrey, campus Saltillo, en un Coloquio sobre la Migración. Esta es una buena oportunidad para reflexionar con especialistas y luchadores sociales sobre el estado que guarda la realidad de la migración en el norte de México y sobre todo, sobre la necesidad de sumar esfuerzos. Por supuesto, todos estamos invitados.

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Clasificación
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País

El Salvador

Temática general
[Derechos civiles][Migración][Migración]

Temática específica
[48][131][188]



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