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Economía y migración, los grandes retos

Publicado el 10 de febrero de 2013
por J. Jaime Hernández en El Universal, El Mundo

 

Corría el mes de enero del 2010 cuando Barack Obama avanzó con aire triunfal por el pasillo central de la Cámara de Representantes para rendir su primer informe sobre el Estado de la Unión.

En medio de un clamor general, en un Congreso dominado por la mayoría demócrata en las dos cámaras, el presidente de Estados Unidos habló de la aparatosa misión de control de daños que lo consumió durante su primer año en la Casa Blanca y de las prioridades que, con el discurrir del tiempo, agotarían gran parte de su capital político en su primer mandato.

“Hemos pasado por lo peor de la tormenta. Pero los restos de la devastación siguen ahí y nos costará aún mucho tiempo y trabajo recuperarnos”, dijo Obama en relación a la dura batalla por la recuperación de la economía y el empleo, a sus planes para sacar adelante la reforma sanitaria y poner fin a las guerras en Irak y Afganistán.

El mensaje de Obama fue aplaudido por la mayoría demócrata que le permitiría sacar adelante su agenda del cambio. Sólo un pequeño de grupo de republicanos permanecieron inmóviles, ajenos al festejo de una mayoría demócrata sin precedentes; amargados desde su condición de minoría que ya entonces conspiraba no sólo para frustrar su agenda del cambio, sino para convertirlo en presidente de un solo mandato.

Tres años después de su primer informe y con una histórica reelección bajo el brazo, Obama regresará este martes 12 de febrero para marcar las prioridades de su agenda en el inicio de su segundo mandato. Aun antes de que ofrezca el mensaje que marcará esos objetivos y, en buena medida, parte de su legado, los temas han comenzado a revelarse casi de forma natural, en medio de un intenso debate en el seno del Congreso y en el ánimo de la sociedad.

“Creo que es un guión que se ha escrito por adelantado; el presidente hablará de la necesidad de mantener las políticas económicas que puso en marcha en el inicio de su primer mandato y fijará las acciones legislativas que serán prioritarias en el inicio de la 113 legislatura, como la reforma migratoria, la lucha contra el calentamiento global, la necesidad de tener un mayor control sobre las armas de asalto y la lucha continua para reducir el déficit y la deuda”, aseguró la analista Kimberly Amadeo.

De toda esta variedad de asuntos, el capítulo económico será el que ocupará buena parte del mensaje del presidente, ante a necesidad de mitigar el ambiente de encono y frustración ante una tasa de desempleo (7.9%) que se resiste al paso del tiempo y a los numerosos intentos por abatirla desde el gobierno y la iniciativa privada.

“El estado de la nación aún luce muy mal; seguimos teniendo un elevado índice de desempleo y un crecimiento de la economía menor del que sería deseable. Es decir, un montón de problemas. Pero creo que el presidente deberá concentrar su mensaje en aquellas cosas en las que sí ha habido algunos progresos (si comparamos la situación con la de hace cinco años)”, aseguró el economista Paul Krugman a la cadena ABC.

A sólo unos días de su informe, el presidente aprovechó esta misma semana un encuentro con legisladores demócratas reunidos en Leesburgh, Virginia, para adelantar que la creación de empleo será uno de los asuntos a tratar.

Voy a dejar en claro, aseguró, “que estamos enfocados en la creación de empleo en Estados Unidos”, al reconocer, de forma explícita, que el elevado índice de desempleo sigue siendo uno de sus talones de Aquiles.

Desde hace más de 200 años, el presidente de Estados Unidos rinde anualmente su informe sobre el Estado de la Unión. Lo que nació desde la presidencia de George Washington como una obligación del ejecutivo ante el Congreso, se ha convertido en una forma de rendición de cuentas ante la nación.

Pero, más allá de este ejercicio de rendición de cuentas, los informes sobre el Estado de la Unión también tienen un componente de carácter histórico. Por regla general, el informe que marca el inicio de un segundo mandato es la oportunidad para que el presidente en turno escriba el guión de lo que será su legado.

“En 2005, el entonces presidente George W. Bush utilizó su informe para hacer un alegato a favor de privatizar la sanidad que, hoy sabemos, no llegó a ningún lado. Bill Clinton habló de la necesidad de emprender una cruzada a favor de la educación que, sin embargo, tropezaría al poco tiempo con los efectos del escándalo sexual de Monica Lewinsky”, recordó David Coates, de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte.

En busca de capital político

Si la prioridad legislativa de Obama en su primer informe sobre el Estado de la Unión fue la reforma sanitaria —que lo desangró políticamente y le costó a los demócratas la mayoría en el Congreso en las legislativas del 2010—, en el inicio de su segundo mandato la reforma migratoria será la trinchera que le brindará la oportunidad de pasar a la historia y, de paso, asegurar gran parte del capital político que los demócratas necesitarán en las presidenciales del 2016.

“En el informe del 2010, Obama hizo una mención de apenas dos líneas a la reforma migratoria. Se limitó a hablar de la necesidad de arreglar el sistema migratorio y de reforzar la frontera”, recordó Coates en alusión al creciente peso de un asunto doméstico que hoy es prioridad para Obama en su segundo mandato, tras el apoyo del 71% de los electores hispanos en su lucha por la reelección.

En medio de un complejo proceso de negociaciones que han arrancado desde el Senado con una iniciativa bipartidista para sacar de las sombras a 11 millones de indocumentados, se espera que el presidente insista este martes en la necesidad de que la iniciativa de reforma incluya una vía a la ciudadanía como condición irrenunciable de toda propuesta.

De hecho, el propio presidente adelantó también el pasado jueves que la reforma migratoria sigue siendo una de sus más urgentes prioridades y que el proyecto que ha adelantado un bloque bipartidista de senadores —o su propia iniciativa—, “tendrá que salir pronto”.

En su mensaje, el presidente tampoco desaprovechará el creciente ambiente de rechazo contra la violencia que siguen atizando las armas de asalto. Hoy, más de un 55% de la población apuesta por la reimplantación contra las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad que han estado detrás de las masacres de Aurora, Colorado y Newtown, Connecticut.

El tema energético

Un capítulo que ocupará especial atención será el de la lucha contra el calentamiento global, un asunto que el presidente ya mencionó en su mensaje tras jurar el cargo, el 21 se enero.

“Es previsible que el presidente hablará de la necesidad de seguir apostando por energías limpias y renovables y de encontrar un equilibrio entre la necesidad de mantener el crecimiento de la economía y el medio ambiente”, consideró Amadeo. En este sentido, el presidente Obama ha incorporado a su temario de este martes el asunto de manejar una agenda energética “que nos haga menos dependientes del petróleo extranjero”.

La agenda del petróleo se inscribe en el contexto de los planes para alcanzar una independencia energética en América del Norte que incluya la coordinación de políticas entre los gobiernos de Estados Unidos, México y Canadá.

Finalmente, la mayoría de los analistas coinciden en que el presidente no dejará pasar la oportunidad para hablar de la urgente necesidad de pactar un paquete presupuestario que pase por un mayor equilibrio fiscal entre los más ricos y poderosos y esa clase media que ha llevado la peor carga de la crisis económica y el desempleo.

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País

Estados Unidos

Temática general
[Legislación migratoria][Legislación migratoria]

Temática específica
[54][140]



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